PRESENTACIÓN
El
fragmento que proclamamos en esta primera lectura
pertenece a la segunda narración de la obra de la
Creación, en la que, muy en sintonía con las culturas
del Fértil Creciente, se presenta a Dios como el gran
Alfarero que va modelando con el cariño de sus manos los
diferentes seres vivos, sobre todo el hombre, a quien ha
insuflado el aliento de vida. Los demás seres vivos y y
toda la creación están a su servicio y él al de Dios, en
cuya vida él vive.
Dios quiere que el
hombre tenga "alguien como él" que le ayude; pero los
animales no son "como él".
Y desde el propio
hombre, sacándole una costilla, "la trabajará", para
hacer la mujer. Dios "ha trabajado" con el barro y ha
hecho al hombre; Dios "ha trabajado" la costilla y ha
hecho la mujer. No ha hecho el hombre a la mujer.
Dios crea al hombre y a
la mujer en igualdad
, para que se ayuden, se complementen, dominen la tierra
y sean fecundos.
Así lo reconoce Adán:
"Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne"
.
Hombre y mujer, obra de
Dios; hombre y mujer, la misma dignidad.
No podemos apoyar en el
texto sagrado doctrinas de discriminación por razón de
sexo.
Hombre y mujer,
llamados a complementarse; hombre y mujer, llamados a
respetarse, pues ambos son hechura de Dios, a quienes a
infundido su aliento de vida; hombre y mujer llamados a
la fusión, a ser, en el matrimonio, una sola cosa.
|
LIBRO
DEL GÉNESIS
2,
18-24
Y
serán los dos una sola carne
El Señor Dios
se dijo: "No está bien que el hombre esté
solo; voy a hacerle alguien como él que le
ayude." Entonces el Señor Dios modeló de
arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros
del cielo y se los presentó al hombre, para ver
qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría
el nombre que el hombre le pusiera. Así, el
hombre puso nombre a todos los animales domésticos,
a los pájaros del cielo y a las bestias del
campo; pero no encontraba ninguno como él que lo
ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre
el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le
sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.
Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había
sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la
presento al hombre. El hombre dijo: "¡Ésta
es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su
nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su
madre, se unirá a su mujer y serán los dos una
sola carne."
Palabra
de Dios
|
|